jueves, 8 de octubre de 2015

EL VALOR DE SER CATÓLICO


¿POR QUÉ  SER CATÓLICO

SER CATÓLICO HOY

CELEBRACION LUCES DE PASCUA
Ser cristiano católico hoy, no es un simple añadido a nuestra condición humana, un  accidente de nuestra historia familiar o personal, un título honorífico que da ciertos privilegios, o un rótulo que se puede poner y quitar en cualquier momento, según se crea conveniente.
Ni es tampoco encender una vela a un santo, hacer una novena para pedir un favor, ir a la Iglesia los domingos para “escuchar” la Misa, saber unas cuantas cosas acerca de Dios, de la Virgen o de los santos, hacer una oración cada mañana o cada noche, dar una limosna de vez en cuando, o decir unas palabras amables a alguien que lo necesita.
Ser cristiano católico de verdad, como tenemos que ser; haber recibido el Bautismo y por ello formar parte de la Iglesia, familia de Dios, comunidad de salvación, es algo mucho más serio y también más definitivo; es una decisión de vida, una actitud de vida.
El Bautismo nos marca definitivamente y orienta nuestro ser y nuestra vida en un sentido muy claro y determinado.
Ser cristiano, católico, haber recibido el Bautismo y formar parte de la Iglesia, es:
  • sellar un compromiso con Dios que tiene una serie de exigencias que hay que respetar y cumplir;
  • adoptar un estilo de vida particular, una forma concreta de ser, de pensar, de sentir, de hablar, de actuar: el estilo de vida de Jesús, el Hijo de Dios, que se hizo hombre y vino a nuestro mundo, precisamente para enseñarnos a vivir, para mostrarnos qué significa ser hombres y mujeres de verdad; para enseñarnos a hacer realidad en el mundo la Voluntad amorosa de Dios Padre;
  • hacernos “imagen viva de Jesús”, “presencia de Jesús” en nuestro mundo, un “Evangelio vivo”.
  • Es tener a Dios como centro de la vida,
  • respetar, amar y servir a los demás hombres y mujeres, como hermanos,
  • cumplir a cabalidad los deberes que tenemos como miembros de una familia, de una sociedad, y de la misma Iglesia, que nos reúne en la fe.
  • Es saber dar a cada cosa su lugar, y saber renunciar a todo lo que se opone a las enseñanzas y el ejemplo de Jesús;
  • buscar incansablemente la justicia social, hacernos defensores de los derechos humanos, promotores de la dignidad de la persona, amantes de la vida;
  • ser constructores de la paz y del desarrollo;
  • trabajar con todas nuestras capacidades para hacer presente y actuante en el mundo, el amor tierno y misericordioso de Dios, como lo hizo Jesús;
  • luchar decididamente contra el mal trata de imponerse a toda costa.
Ser cristiano, ser católico, haber recibido el Bautismo y formar parte de la Iglesia, es ser capaces de darlo todo, hasta la vida, por Jesús, como él la dio por nosotros.
En un tiempo como el que vivimos, en una sociedad como la nuestra, vale la pena sacar un tiempo para pensar y tomar decisiones.
No podemos seguir viviendo “entre dos aguas”. El Evangelio de Jesús y muchas de las cosas que hacemos, son mutuamente excluyentes, no se pueden juntar, como no se pueden juntar el agua y el aceite. “Nadie puedeservir a dos señores… Nadie puede servir a Dios y al dinero”, dijo Jesús (Mateo 6,24). Y “dinero” no es aquí solo los bienes económicos, sino lo que de una u otra forma nos aleja de Dios y de nuestros hermanos.
“¡El dinero debe servir y no gobernar!
El Papa ama a todos, ricos y pobres,
pero tiene la obligación, en el nombre de Cristo,
de recordar al rico que debe ayudar al pobre, respetarlo, promoverlo.
El Papa exhorta a la solidaridad desinteresada y a un retorno de la ética
en favor del hombre en la realidad económica y financiera”.
Papa Francisco
“El Señor siempre quiere que vayamos hacia adelante, más adelante…
que no nos refugiemos en una vida tranquila o en las estructuras caducas”.
Papa Francisco





Cómo me gustaría una Iglesia pobre y para los pobres!"




1 comentario:

  1. Cada Católico, por el bautismo está llamado a vivir y defender su fe. La Iglesia Católica es Madre y Maestra para todos. Cristo a través de ella nos comunica la plenitud de la salvación.

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