viernes, 18 de diciembre de 2015

  LA VERDADERA IGLESIA DE CRISTO
Jesús fundó una sola Iglesia: Tú eres Pedro, o sea, piedra y sobre… (Mt. 16,18).
Esta Iglesia durará hasta el fin del mundo: Los poderes del infierno no podrán vencerla (Mt. 16,18)
Sabemos que es la única que fundó: por que es la única que llega hasta Jesús (Doc. Históricos).
Las divisiones están desde un principio: Yo soy de Pablo… Apolo… Pedro… Cristo (1 Cor 1, 12-13)
La causa de las divisiones: Es el pecado (1Tm 6,5) (1 Tm 6,10).
Se salen de la Iglesia católica: Por ignorancia .
En la verdadera Iglesia…: hay santos y pecadores (Parábola del trigo y la cizaña Mt 13,24-30)
En tiempo de Jesús los que se consideraban santos: y juzgaban se les llaman fariseos.
Según la Biblia, las divisiones: algún día terminarán y se hará un solo rebaño, bajo un solo pastor (Jn 10,14-16)

LA JERARQUIA DE LA IGLESIA

  1.              LA JERARQUÍA DE IGLESIA

Jesús no dio a todos sus discípulos: los mismos poderes, a los apóstoles dio poderes especiales.
Los poderes de los apóstoles son tres: anunciar el Evangelio (Mt 28.18-20), celebrar el culto de la Nueva Alianza (Lc 22. 19-20), guiar al pueblo de Dios (Mt 10. 40a; Jn 20,22…; Mt 18.18).
A todos los apóstoles no les dio la misma: autoridad, se la dio a Pedro (Mt 16, 18-19). Yo he rogado por ti para que tu fe…(Lc 22,31-32). Simón hijo de Juan, me amas… (Jn 21,15-17).
Los poderes que Jesús dio a los Apóstoles: fue también para sus sucesores. Cada vez que Uds. Coman de este pan… están anunciando la muerte del Señor hasta que venga (1 Cor 11,26). Yo estoy con Uds. Todos los días hasta que termine el mundo (Mt 28,20).
En la Biblia si se habla de transmisión de poderes: Tito y Timoteo (2 Tm 1,6; 1 Tm 5,22; Ti 1,5)
Los pastores protestantes no cuentan con estos poderes por que sus organizaciones están fundadas por hombres.


Idolatra en la iglesia católica nunca







LA EUCARISTÍA DULCE 
TESORO DE LA TIERRA 

1.- Concilio Vaticano II:
"Es el don más grande que el Señor ha ofrecido a su Esposa, la Iglesia permanente... Es compendio de las palabras, vida y obra de Jesús, ofrecida al Padre por nosotros... Es gloria de su Cuerpo Resucitado.... Es fuente, centro y culmen de la vida cristiana".
2.- San Juan XXIII:
"La Eucaristía, infundiendo en el corazón del hombre una nueva energía -el amor sobrenatural-, refuerza, encauza y purifica el afecto humano, haciéndolo más sólido y más auténtico. Cuando tiene a Dios en su pecho, todo el hombre queda armonizado en sí mismo... En el sacramento divino, el Señor está sumido en el silencio para esucharnos".
3.- San Juan Pablo II:
"La Eucaristía es misterio de fe, prenda de esperanza y fuente de caridad con Dios y entre los hombres".
4.- Santa Teresa de Jesús:
"Hele aquí compañero nuestro en el Santísimo Sacramento, que no parece fue en su mano apartarse de nosotros un momento".
6.- Santa María Micaela del Santísimo Sacramento:
"No deseo nada ni me siento apegada a nada más que a Jesús Sacramentado. Pensar que el Señor se quedó con nosotros me infunde un deseo de no separarme de El en la vida, si ser pudiera; y de que todos lo conociesen y amasen. Seamos locos de amor divino y no hay nada que temer".
7.- Santa María Bertila Boscardín:
"La fuerza del Sacramento me alcanza siempre y en todas partes para que yo me comporte con responsabilidad... Porque yo siento necesidad de estar un rato con nuestro Señor"

Testimonio de Gela: VERDADERA CATÓLICA QUE AMA LA EUCARISTÍA 




AMOR DE LOS AMORES

 

 LA JERARQUÍA DE LA IGLESIA
Jesús no dio a todos sus discípulos: los mismos poderes, a los apóstoles dio poderes especiales.
Los poderes de los apóstoles son tres: anunciar el Evangelio (Mt 28.18-20), celebrar el culto de la Nueva Alianza (Lc 22. 19-20), guiar al pueblo de Dios (Mt 10. 40a; Jn 20,22…; Mt 18.18).
A todos los apóstoles no les dio la misma: autoridad, se la dio a Pedro (Mt 16, 18-19). Yo he rogado por ti para que tu fe…(Lc 22,31-32). Simón hijo de Juan, me amas… (Jn 21,15-17).
Los poderes que Jesús dio a los Apóstoles: fue también para sus sucesores. Cada vez que Uds. Coman de este pan… están anunciando la muerte del Señor hasta que venga (1 Cor 11,26). Yo estoy con Uds. Todos los días hasta que termine el mundo (Mt 28,20).
En la Biblia si se habla de transmisión de poderes: Tito y Timoteo (2 Tm 1,6; 1 Tm 5,22; Ti 1,5)
Los pastores protestantes no cuentan con estos poderes por que sus organizaciones están fundadas por hombres.

¿Por que la Iglesia católica también es 'apostólica'? El Papa Francisco responde




                            LA VERDADERA IGLESIA DE CRISTO

Jesús fundó una sola Iglesia: Tú eres Pedro, o sea, piedra y sobre… (Mt. 16,18).
Esta Iglesia durará hasta el fin del mundo: Los poderes del infierno no podrán vencerla (Mt. 16,18)
Sabemos que es la única que fundó: por que es la única que llega hasta Jesús (Doc. Históricos).
Las divisiones están desde un principio: Yo soy de Pablo… Apolo… Pedro… Cristo (1 Cor 1, 12-13)
La causa de las divisiones: Es el pecado (1Tm 6,5) (1 Tm 6,10).
Se salen de la Iglesia católica: Por ignorancia .
En la verdadera Iglesia…: hay santos y pecadores (Parábola del trigo y la cizaña Mt 13,24-30)
En tiempo de Jesús los que se consideraban santos: y juzgaban se les llaman fariseos.
Según la Biblia, las divisiones: algún día terminarán y se hará un solo rebaño, bajo un solo pastor (Jn 10,14-16)

jueves, 8 de octubre de 2015

NUESTRA RELIGIOSIDAD EN LA IGLESIA CATÓLICA NOS LLEVA A DIOS

¿Por Qué Los Católicos Fabrican Imágenes?
¿Por qué se adoran imágenes y se inclina uno ante ellas si la Biblia dice lo siguiente…?: “No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas






EL  P. Miguel Ángel Fuente  NOS EXPLICA:
Esta objeción me ha sido puesta de muchas formas, con mayor o menor virulencia, con cierto respeto y a veces sin ningún respeto. He aquí cómo me escribía una mujer protestante, aunque no asiste a ninguna iglesia en particular:
Para mí es claro lo de que no nos hagamos imágenes de las cosas que están en el cielo, ni imágenes en las que pongamos nuestra fe. Día a día veo religiosos de la fe católica, que le rezan a un Cristo en la cruz o a una virgen como si esas imágenes pudieran hacer algo por nosotros. En el Apocalipsis cuando Pedro1 tuvo la santa revelación cometió el mismo error de inclinarse ante el ángel que le mostraba todas las cosas, pero éste le dijo: “no lo hagas; adora a Dios”.
Otro me escribía:
¿Por qué se adoran imágenes y se inclina uno ante ellas si la Biblia dice lo siguiente…?: Éxodo 20,4: “No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos”.

Ante todo hay que aclarar que para cualquier católico bien formado, la adoración de una imagen (ya represente un santo, un ángel o la misma Virgen) es un pecado contra el primer mandamiento de la ley de Dios. Si un católico “adora” una imagen, no es católico sino idólatra. Pero esto no debe confundirse con la “veneración” de las imágenes sagradas y de los santos. Se trata de dos cosas muy diversas.
Es cierto que el texto de Éxodo 20,4-5 prohíbe la fabricación de imágenes, pero al mismo tiempo también es cierto que en el mismo libro, apenas cinco capítulos más adelante, Dios manda hacer imágenes en el Arca de la Alianza: ...dos seres alados de oro labrado a martillo en los dos extremos, haz el primer querubín en un extremo y el segundo en el otro. Los querubines formarán un cuerpo con el propiciatorio, en sus dos extremos. Estarán con las alas extendidas por encima, cubriendo con ellas el propiciatorio, uno en frente al otro, con las caras vueltas hacia el propiciatorio (Ex 25,18-20). Más adelante Dios manda, por medio de Moisés, fabricar la imagen de la serpiente de bronce: hazte una serpiente como ésas y ponla en el asta de una bandera. Cuando alguien sea mordido por una serpiente, mire hacia la serpiente del asta, y se salvará (Núm. 21,8-9). David entregó a Salomón, su hijo, un plano en donde se detallaba: para el altar del incienso, oro acrisolado según el peso; asimismo el modelo de la carroza y de los querubines que extienden las alas y cubren el arca de la alianza de Yahveh. Todo esto conforme a lo que Yahveh había escrito de su mano para hacer comprender todos los detalles del diseño (1Cro 28,18-19). El profeta Ezequiel (41,18) describe imágenes grabadas en el templo: estaban cubiertos de grabados alternados de seres alados y palmeras. No debemos tampoco olvidar que la misma Biblia recurre a las imágenes de Dios, pues los primeros capítulos del Génesis y los libros posteriores nos hablan de Dios por medio de imágenes “antropomórficas”, es decir, asignándole a Dios rasgos humanos, para poder hacerlo comprensible a los primeros oyentes y –luego– lectores de esos libros: Dios es descrito por el autor sagrado como modelando con sus manos la arcilla para hacer al hombre (cf. Gn 2,7), acerroja tras Noé la puerta del arca (cf. Gn 7,16) para estar seguro que no se perderá ninguno de los moradores; tiene el universo en su mano y cultiva a su pueblo como un viñador (cf. Is 5,1-7); su Espíritu aleteaba sobre las aguas al comienzo de la Creación (cf. Gn 1,2); descansa el séptimo día de la Creación (cf. Gn 2,3); se pasea por el Jardín al caer de la tarde y sus pasos hacen ruido (cf. Gn 3,8); Dios hace las túnicas de piel para Adán y Eva y Él mismo los viste con ellas (Gn 3,21); y si vamos al resto de la Biblia vemos a Dios descrito con pasiones humanas: se enoja, se arrepiente, se goza, se agita, etc. Y el Libro de los Salmos nos inunda con imágenes de Dios: tiene una voz que descuaja los cedros del Líbano y enciende llamaradas (Sal 29), mira desde lo alto morando en el cielo (cf. Sal 33,13), tiene ojos (cf. Sal 33,18), Dios unge con óleo (cf. Sal 45,8); está sentado en un trono (cf. Sal 47,9); sale al frente del pueblo como un guerrero (cf. Sal 68,8); tiene alas y plumas con las que cubre a sus hijos (cf. Sal 91,4); se arropa de luz como un manto (cf. Sal 104,2); se desliza sobre las alas del viento, usa a las nubes como carro (cf. Sal 104,3-4), etc. Todas éstas son imágenes literarias, pero no menos imágenes que un cuadro de Dios o una escultura. Dios no tiene manos, ni camina como los hombres, ni tiene pies para que sus pasos se escuchen, Dios no cose vestidos, ni cultiva como un labrador, ni viaja sentado en una nube, ni tiene ojos, ni se viste de luz material, etc.; todas éstas son imágenes tomadas del mundo de los hombres para dar a entender a nuestros pobres intelectos, la majestad divina. Pero si el literato puede usar imágenes, ¿por qué no puede usarlas el pintor o el escultor? Si podemos hacer imágenes en nuestra imaginación, ¿por qué no pueden hacerse en el exterior?
Medios de gracias para ir al cielo 

LA EUCARISTÍA MANANTIAL DE GRACIA EN LA IGLESIA

ME ALIMENTO DE LA EUCARISTÍA COMO CATÓLICO

PLENITUD DE LA GRACIA 


Queridos hermanos y hermanas:


Nos preguntamos qué relación tiene la Eucaristía con nuestra vida. Hay algunos indicadores concretos que nos ayudan en este sentido.

Si vivimos bien la Eucaristía un indicador es cómo nos relacionamos con los demás. A Jesús le gustaba estar con la gente, compartir sus anhelos, los problemas y preocupaciones. En la Santa Misa nos encontramos con muchas personas, pero ¿las vemos en verdad como hermanos y hermanas? ¿La Eucaristía nos lleva a salir al encuentro de los pobres, de los enfermos, de los marginados, viendo en ellos el rostro de Jesús? ¿O más bien cuando salimos de Misa criticamos a uno, al otro por cómo estaba vestido éste o aquel?Un segundo indicador es sentirnos perdonados e impulsados a perdonar. Quien celebra la Eucaristía no lo hace porque sea mejor que los demás, todos somos pecadores y si uno no se siente pecador es mejor que no vaya a Misa, porque el primer acto que hacemos en la Misa es decir “Confieso que soy pecador” y pedir el perdón por los pecados. Si no lo siente no va vivir bien la Eucaristía. Un último indicador es la coherencia entre la liturgia y la vida de nuestras comunidades. La Eucaristía no es un mero recuerdo de algunos dichos de Jesús. Es la obra y el don de Cristo presente allí que sale a nuestro encuentro y nos alimenta con su Palabra y con su vida.
EL PAPA FRANCISCO NOS HABLA DE LA EUCARISTÍA

AMO A MI MADRE LA IGLESIA CATÓLICA

  LA  IGLESIA TE ESPERA  

  • 10 Razones primordiales para volver a serlo

    No importa por cuánto tiempo hayas estado alejado de la Iglesia Católica, siempre puedes volver a casa. Puedes comenzar yendo a Misa nuevamente (encuentra una parroquia) y hazte miembro de una comunidad parroquial que está lista a recibirte con los brazos abiertos. Dios te invita a que te decidas a profundizar tu fe como nunca lo habías hecho anteriormente.
    Tal vez sientas en tu interior un extraño impulso que te hace reconsiderar a la Iglesia. Esa añoranza spiritual que sientes es Dios que te está llamando. Dios nunca te obliga, solo te invita. El deja la decisión de regresar a la Iglesia Católica en tus manos.
    Existen muchas razones para volver a la Iglesia Católica. A pesar de ser Cristo el principal motivo entre otros muchos para volver a la iglesia, la experiencia personal de retorno es única, dependiendo de lo que cada corazón oiga dentro de sí.

  • Número 10: Porque queremos darle sentido a nuestra vida.
    Número 9: Porque los recuerdos de nuestra niñez vuelven a la memoria.
    Número 8: Porque todos cometemos errores.
    Número 7: Porque necesitamos perdonar a los demás.
    Número 6: Porque queremos sanación.
    Número 5: Porque la Iglesia Católica posee la totalidad de la verdad y la gracia.
    Número 4: Porque queremos que nuestra niñez tenga los fundamentos de la fe.
    Número 3: Porque queremos formar parte de nuestra comunidad de la fe.
    Número 2: Porque queremos ayudar otras personas.
    Número 1: Porque tenemos hambre de la Eucaristía.
    [La Eucaristía es la razón más importante por la que las personas regresan a la Iglesia]
    • En las Sagradas Escrituras
    • En la oración
    • En la participación comunitaria con los demás
    • En la Eucaristía
    • Y en los otros sacramentos.

    En el barullo de la agitada vida de hoy, de pronto muchos de nosotros nos damos cuenta de que nuestras vidas han perdido el sentido o propósito. Empezamos a preguntarnos, ¿Qué sentido tiene mi vida? ¿Por qué hago lo que hago? Existe una confusión generalizada en nuestra cultura en cuanto a la moral y la verdad. La Iglesia Católica se brinda como un faro de luz que da significado a nuestra existencia y nos dirige hacia la vida eternal si perseveramos en ello.
  • Algunas personas dicen que los recuerdos de la niñez cuando se tenía una relación con Dios vuelven a aparecer más tarde en la vida. Comenzamos a preguntarnos, “¿Es posible volver a capturar la simplicidad de la fe? ¿En verdad puedo creer que Dios está cuidando de mí? La secularización en nuestra sociedad desconecta a las personas de su propia dimensión espiritual. La Iglesia Católica ofrece TANTO experiencias religiosas COMO místicas que alimentan el corazón, la mente, el cuerpo y el alma ASÍ COMO una variedad de activos ministerios laicos que se interconectan y se relacionan con la sociedad actual haciendo de ésta una sociedad más santa en donde vivir.
  • Hay algunos entre nosotros que nos sentimos abrumados por el peso de pecado que se ha venido acumulando en nuestro interior. Queremos deshacernos de la culpabilidad de haber herido a otros. Comenzamos a preguntarnos, ¿Dios me perdonará? ¿Hay alguna manera de que pueda comenzar de nuevo? Le puedes decir a Dios que te arrepientes, pero es a través del sacramento de la reconciliación que tendrás la certeza del perdón de Dios. Además no solamente te reconciliarás con Dios sino también con todos los otros miembros de la Iglesia, el Cuerpo de Cristo (CCC 1440) y se te otorgará la gracia necesaria para emprender un comienzo totalmente nuevo.
  • Algunas veces guardamos rencores y resentimientos hacia personas que nos han herido profundamente. Tal vez fue un miembro de la familia o un amigo. Tal vez fue otra persona (una religiosa o un sacerdote), o tal vez algo ocurrió en la iglesia. ¿Me perdonará Dios alguna vez? Nuestra cultura moderna aprueba y fomenta la ira y la venganza. Pero el odio y la amargura son como cánceres espirituales que devoran nuestro corazón. La Iglesia Católica brinda la oportunidad de buscar la ayuda de Dios para perdonar a otros, aún cuando la otra persona no pida disculpas o no merezca perdón. La habilidad de perdonar es un regalo que ensancha el corazón de una persona para recibir el amor y la paz de Dios.
  • Hay algunos entre nosotros cargando profundas heridas espirituales. Sentimos rabia contra Dios cuando luchamos contra las cosas negativas que nos pasan –una enfermedad incurable, una lesión que nos debilita, una relación rota, problemas mentales o emocionales, un acto de violencia contra una persona inocente, un accidente inexplicable, desastres naturales, la muerte de un ser querido o cualquier otra desilusión. La Iglesia Católica no puede cambiar estas situaciones o explicar porque ocurrieron. Pero hay gente en la Iglesia que puede ayudarte en el proceso de sanación espiritual para que sigas adelante con tu vida.
  • Muchos de nosotros que nos alejamos de la Iglesia Católica participamos por un tiempo en las bendiciones del culto de diferentes denominaciones cristianas. Pero algunos regresan cuando se dan cuenta que el Catolicismo posee la totalidad de la verdad y la gracia. La Iglesia Católica no fue fundada por una sola persona que buscaba una reforma o por movimiento histórico aislado. No está fragmentada por interpretaciones individuales de las Escrituras. Existen miles de denominaciones cristianas, pero solo una Iglesia Católica. Esta Iglesia ha venido siendo guiada por el Espíritu Santo y protegida de error en cuestiones de fe y moral de generación en generación por aproximadamente dos mil años, tal como lo prometió nuestro Señor Jesucristo: (profetizado en Isaías 22:15-25) Mateo 16:13-20; Mateo 18:15-18 (en este verso la palabra es iglesia, no comunidad); 1 Tim 3:15.
  • Algunos de nosotros regresamos a la Iglesia Católica porque reconocemos que el criar niños en una cultura que promueve “el hacer lo que quieras” daría resultados desastrosos. Los niños necesitan experimentar la dimensión espiritual en sus vidas. Necesitan de un sistema estructurado de creencias y una firme formación moral que vaya más allá de la lógica humana y el razonamiento. Regresamos porque queremos que nuestros niños puedan construir sus vidas sobre una base sólida.
  • Muchos de nosotros buscamos sentir que pertenecemos. Sin embargo, nuestra comunidad es más que solo gente amistosa, sermones inspirados y actividades interesantes. Una comunidad cristiana católica es un grupo de personas que se reúnen alrededor de la persona de Jesucristo para adorar a Dios y vivir bajo la luz del Espíritu Santo. Los católicos se reúnen en la Misa, los sacramentos y las actividades de la parroquia para rezar, celebrar los gozos, lamentar las pérdidas, servir a los demás, dar apoyo y recibir fortaleza para el diario vivir. Una parroquia católica ofrece esto –y mucho más- a personas que reconocen la importancia de caminar con otros hacia la unión con Dios.
  • Hay muchísimas oportunidades en el mundo secular de ser voluntario. Lo que falta es la dimensión espiritual que brinda este tipo de servicio dentro de la Iglesia Católica. Es más que una actividad para “sentirse bien”. Es parte del “gran mandamiento” (Marcos 12:28) de amar a Dios y al prójimo como uno mismo. Al tender la mano a los demás, los voluntarios Católicos se hacen instrumentos del amor de Dios. La Iglesia Católica brinda oportunidades de impactar la vida de las personas aquí y en el resto del mundo.
  • Mucha gente regresa a la Iglesia Católica porque sienten gran añoranza por la Eucaristía. Algunas veces ocurre durante una boda, un funeral, un bautizo, una Primera Comunión o una Confirmación. A veces ocurre cuando las personas se encuentran solas o enfrentando dificultades en su vida. Las personas lo describen como un profundo deseo de aplacar el hambre por el alimento espiritual que es el recibir el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de Jesucristo. El hambre por la Eucaristía origina el reconocimiento de la presencia de Cristo en los otros sacramentos, lo cual hace que se acerquen aún más a la práctica de su fe. Es, sin lugar a dudas, la razón primordial por la que las personas regresan a la Iglesia Católica.
    La mayoría de gente descubre que regresar a la Iglesia no constituye un acontecimiento aislado sino que se trata de un proceso que entraña un poquito de dolor y risa, algo de reflexión, oración, discernimiento y muchísimo abandono. “Mi verdadero retorno a la participación total en la parroquia tuvo lugar hace tres años, después de sentir añoranza por primera vez,” una persona admitió.
    Y, ¿qué recibimos a cambio? La Iglesia Católica nos ofrece unión con Jesucristo:
    Nos ofrece apoyo espiritual en los momentos buenos y en los malos también. Nos ofrece sabiduría divina de miles de años de gente que como TÚ vivió en todos y cada uno de los siglos de la historia Cristiana. Nos ofrece significado y propósito en esta vida y la promesa de vida eterna con El después de la muerte para quienes perseveren hasta el final.
                                                           ESTOY EN CASA 

VALE LA PENA SER CATÓLICO



"CATÓLICO  NO SE NACE, SINO SE HACE" 

EL VALOR DE SER CATÓLICO


¿POR QUÉ  SER CATÓLICO

SER CATÓLICO HOY

CELEBRACION LUCES DE PASCUA
Ser cristiano católico hoy, no es un simple añadido a nuestra condición humana, un  accidente de nuestra historia familiar o personal, un título honorífico que da ciertos privilegios, o un rótulo que se puede poner y quitar en cualquier momento, según se crea conveniente.
Ni es tampoco encender una vela a un santo, hacer una novena para pedir un favor, ir a la Iglesia los domingos para “escuchar” la Misa, saber unas cuantas cosas acerca de Dios, de la Virgen o de los santos, hacer una oración cada mañana o cada noche, dar una limosna de vez en cuando, o decir unas palabras amables a alguien que lo necesita.
Ser cristiano católico de verdad, como tenemos que ser; haber recibido el Bautismo y por ello formar parte de la Iglesia, familia de Dios, comunidad de salvación, es algo mucho más serio y también más definitivo; es una decisión de vida, una actitud de vida.
El Bautismo nos marca definitivamente y orienta nuestro ser y nuestra vida en un sentido muy claro y determinado.
Ser cristiano, católico, haber recibido el Bautismo y formar parte de la Iglesia, es:
  • sellar un compromiso con Dios que tiene una serie de exigencias que hay que respetar y cumplir;
  • adoptar un estilo de vida particular, una forma concreta de ser, de pensar, de sentir, de hablar, de actuar: el estilo de vida de Jesús, el Hijo de Dios, que se hizo hombre y vino a nuestro mundo, precisamente para enseñarnos a vivir, para mostrarnos qué significa ser hombres y mujeres de verdad; para enseñarnos a hacer realidad en el mundo la Voluntad amorosa de Dios Padre;
  • hacernos “imagen viva de Jesús”, “presencia de Jesús” en nuestro mundo, un “Evangelio vivo”.
  • Es tener a Dios como centro de la vida,
  • respetar, amar y servir a los demás hombres y mujeres, como hermanos,
  • cumplir a cabalidad los deberes que tenemos como miembros de una familia, de una sociedad, y de la misma Iglesia, que nos reúne en la fe.
  • Es saber dar a cada cosa su lugar, y saber renunciar a todo lo que se opone a las enseñanzas y el ejemplo de Jesús;
  • buscar incansablemente la justicia social, hacernos defensores de los derechos humanos, promotores de la dignidad de la persona, amantes de la vida;
  • ser constructores de la paz y del desarrollo;
  • trabajar con todas nuestras capacidades para hacer presente y actuante en el mundo, el amor tierno y misericordioso de Dios, como lo hizo Jesús;
  • luchar decididamente contra el mal trata de imponerse a toda costa.
Ser cristiano, ser católico, haber recibido el Bautismo y formar parte de la Iglesia, es ser capaces de darlo todo, hasta la vida, por Jesús, como él la dio por nosotros.
En un tiempo como el que vivimos, en una sociedad como la nuestra, vale la pena sacar un tiempo para pensar y tomar decisiones.
No podemos seguir viviendo “entre dos aguas”. El Evangelio de Jesús y muchas de las cosas que hacemos, son mutuamente excluyentes, no se pueden juntar, como no se pueden juntar el agua y el aceite. “Nadie puedeservir a dos señores… Nadie puede servir a Dios y al dinero”, dijo Jesús (Mateo 6,24). Y “dinero” no es aquí solo los bienes económicos, sino lo que de una u otra forma nos aleja de Dios y de nuestros hermanos.
“¡El dinero debe servir y no gobernar!
El Papa ama a todos, ricos y pobres,
pero tiene la obligación, en el nombre de Cristo,
de recordar al rico que debe ayudar al pobre, respetarlo, promoverlo.
El Papa exhorta a la solidaridad desinteresada y a un retorno de la ética
en favor del hombre en la realidad económica y financiera”.
Papa Francisco
“El Señor siempre quiere que vayamos hacia adelante, más adelante…
que no nos refugiemos en una vida tranquila o en las estructuras caducas”.
Papa Francisco





Cómo me gustaría una Iglesia pobre y para los pobres!"